jueves, 30 de junio de 2016

CUANDO EL CONQUISTADOR ESPAÑOL DERRAMÓ LÁGRIMAS

Al frente del ejército mexica estaba Cuitláhuac, destacando por sus tácticas guerreras que habían logrado neutralizar la superioridad de las armas españolas.
De acuerdo con los planes de Cortés, los mexicas no sólo estarían ocupados en los funerales de Moctezuma, sino también con el nombramiento del nuevo tlatoani, que, de acuerdo con las costumbres, correspondía a Cuitláhuac, hermano de Moctezuma.
Entre tanto Cortés,
· Cegaba los fosos hechos por los mexica 
· Reparaba sus máquinas de protección y, 
· Conseguía alimento para hombres y caballos, es decir, hacía los preparativos que le permitirían salir por la calzada de Tlacopan. 
De haber salido de inmediato, Cortés hubiera logrado la evasión sin grandes problemas pero, por una parte, el conquistador se negaba a dejar el botín que había acumulado y por otra, cayó en una estrategia mexica que le hizo pensar en la posibilidad de contar con más tiempo para organizar mejor la salida.
Los guereros mexicas que cercaban el cuartel español, ofrecían la paz a cambio de la entrega del sumo sacerdote a quien necesitaban para la ceremonia de entronización de Cuitláhuac, tiempo precioso para Cortés, pero en cuanto lo tuvieron, los mexicas volvieron a la carga.
Cuando Cortés recibió la noticia de que eran atacados de nuevo, entró en combate, sin embargo, Cuitláhuac atacó por la retaguardia, abriendo de nuevo los fosos que los conquistadores habían cegado para poder salir.
Cortés y sus capitanes decidieron salir al amparo de la noche y así sorprender al enemigo y para ello se había construido un gran puente de madera que les permitiría salvar los fosos.
Al llegar la noche Cortés tuvo como ventajas la lluvia, la oscuridad y el lodo, este último elemento apagaba las pisadas de los caballos y, bajo esas circunstancias los españoles emprendieron la retirada llevando en sus alforjas el pesado cargamento del botín.
Comúnmente se atribuye a una anciana el haber dado la alarma pero según el propio Cortés, fueron los centinelas enemigos quienes se percataron de la huida.
Cuando la noticia llegó al gran teocalli, el sacerdote tocó el huéhuetl avisando a los otros teocalli los que respondieron de inmediato, los jefes guerreros hicieron sonar sus caracoles y el ejército mexica se volcó contra el de Cortés.
El puente de madera, que tan útil le era a los españoles fue tomado por los mexica, creándose un verdadero desorden y confusión, según el propio Bernal Díaz del Castillo.
Perseguidos por los mexica, los españoles entraron a Tlacopan pero ahí fueron atacados por los de Azcapotzalco y a pesar de la bravura con que se batió el hispano pudo ver a su ejército maltrecho y cansado mostrando las heridas que el enemigo les había causado.
A este episodio en el cual el conquistador hubo de llorar su derrota, se le conoce como "La Noche Triste", siendo, el gran vencedor Cuitláhuac.
Cerca de la estación del metro Tacuba se encuentra el ahuehuete conocido como el árbol de la noche triste, porque, según la tradición, ahí se sentó Cortés a llorar su derrota.
Al reorganizarse los señoríos de Anáhuac, Cuitláhuac envió embajadas para establecer alianzas con el fin de expulsar a los españoles.
Las alianzas no se llevaron a cabo porque los pueblos antes sojuzgados por los mexica, por fin se veían libres del dominio azteca, considerando como su aliado a Cortés.
Cuando Cuitláhuac intentó una perpetua y firme alianza con los tlaxcalteca, sus enemigos tradicionales, también
fue rechazada a pesar de que Xicoténcatl, el jefe guerrero del ejército tlaxcalteca, sí estaba de acuerdo con dicha alianza.
Una enfermedad traída por los españoles, la viruela, denominada teozáhuatl o grano de dios por los mexicas, terminó con la vida de Cuitláhuac.

martes, 28 de junio de 2016

EL DISCURSO DE GAZIMESTÁN

El discurso de Gazimestán fue pronunciado el 28 de junio de 1989 por Slobodan Milošević, entonces presidente de la República Socialista de Serbia. Fue la pieza central de una jornada dedicada a conmemorar el 600 aniversario de la Batalla de Kosovo, en la que el reino medieval serbio había sido derrotado por el Imperio otomano. El discurso fue pronunciado ante un millón de personas, en el lugar donde se libró la batalla, el campo del Gazimestán en Kosovo Polje, el centro de Kosovo. Se produjo en un contexto de intensa tensión étnica entre serbios y albaneses en Kosovo y el aumento de las tensiones políticas entre Serbia y las repúblicas constituyentes de la entonces República Socialista Federativa de Yugoslavia.

El discurso se convirtió en famoso por la referencia de Milošević a la posibilidad de "enfrentamientos armados", en el futuro del desarrollo nacional de Serbia. Muchos comentaristas han descrito esto como presagio de la caída de Yugoslavia y el derramamiento de sangre de las Guerras Yugoslavas. El discurso habla textualmente de "batallas" en el contexto de "aplicación económica, prosperidad política, cultural y social en general" y él mismo dijo más tarde que había sido manipulado. Esta tesis es compartida por distintos análisis, que mantienen que la posterior tergiversación del mensaje trajo funestas consecuencias para posteriores sucesos en la región.
En Gazimestán, Milošević utilizó el discurso nacionalista y “victimista” para legitimar su régimen, utilizando los viejos símbolos en una mezcla de historia reciente con “épica medieval”. Presentó la victimización serbia como resultado de un mal liderazgo político y habló de cómo "el liderazgo de Serbia [había] permanecido dividido, proclive a transigir en detrimento de su propio pueblo". Afirmó:
"El hecho de que en esta región se encuentre una gran nación no es un pecado ni una vergüenza para Serbia, es una ventaja que no se ha utilizado contra otros, pero debo decir que aquí, en este gran y legendario campo de Kosovo, los serbios tampoco utilizaron la ventaja de su grandeza para su propio beneficio."
También señaló que esta pasividad iba a cambiar:
"Por culpa de sus dirigentes y políticos y su mentalidad vasalla, [los serbios] se sentían culpables ante sí mismos y ante los demás. Esta situación se prolongó durante años, durante décadas, y aquí estamos ahora en el campo de Kosovo para decir que este ya no es el caso (...) La Serbia de hoy está unida e igualada a otras repúblicas, y dispuesta a hacer todo lo posible para mejorar su situación financiera y social y la de todos sus ciudadanos. Si hay unidad, cooperación y seriedad, tendrá éxito en hacerlo."
En la sección central de su intervención, alabó las virtudes de la “tolerancia” y el “socialismo”, las proclamas que la multitud recibió con mayor silencio. Después de emitir un llamamiento a "la unidad, la solidaridad y la cooperación entre las personas", Milošević dio paso al pasaje más polémico del discurso, afirmando:
"Seis siglos más tarde, estamos comprometidos en nuevas batallas, que no son armadas, aunque tal situación no puede excluirse aún. En cualquier caso, las batallas no pueden ganarse sin la resolución, el denuedo y el sacrificio, sin las calidades nobles que estaban presentes en los campos de Kosovo en aquellos días del pasado. Nuestra batalla principal ahora es implementar el bienestar económico y el progreso político y cultural, y la prosperidad social general, para encontrar un rápido y exitoso futuro a la civilización que vivirá en el siglo XXI."
En la parte final del discurso, se refirió a la relación entre “Serbia” y “Europa”. Interpretó a la Serbia medieval no sólo como defensora de su propio territorio, sino de toda Europa en la lucha contra los turcos otomanos:
"Hace seis siglos, Serbia se defendió heroicamente a sí misma en el campo de Kosovo, pero también en aquella ocasión defendía a Europa. Serbia era entonces el bastión que defendió la cultura europea, la religión y la sociedad europea en general. Por tanto, hoy parece injusto, poco histórico y absurdo entender Serbia como algo distinto a Europa."
Concluyendo el discurso con las proclamas:
"¡Que la memoria del heroísmo de Kosovo sobreviva siempre!
¡Larga vida a Serbia!
¡Larga vida a Yugoslavia!
¡Larga vida y hermandad entre pueblos!"

Giselle

Obra maestra absoluta del teatro de la danza del Romanticismo. Fue estrenada el 28 de junio de 1841 en la Ópera de París constituyéndose en pieza pura y fundamental de la danza clásica, tanto por el tratamiento de los ideales románticos como por el empleo de la más refinada técnica teatral del siglo XIX.
El ballet Giselle constituye una de las más puras joyas del ballet romántico.
Primer acto

En los valles cercanos al Rin vive Giselle, una campesina de gran belleza y extremada inocencia. Giselle desea ante todo bailar, pero es reprimida constantemente por Berther, su madre, quien teme, debido a su frágil y quebradiza salud, que Giselle muera doncella antes de su boda, convirtiéndose así para la eternidad en una Willi, (espíritus nocturnos del bosque que matan a los hombres que están en él después de la media noche). Albrecht, duque de Silesia, corteja a Giselle haciéndose pasar por Loys un apuesto aldeano llegado a la vendimia, mientras Hilarión, el guardabosque que está profundamente enamorado de Giselle, sospecha de la identidad y del engaño del forastero.
La corte del príncipe de Courtland, regresando de una cacería, hace un alto en el camino en la casa de Giselle para comer y beber, Bathilde la hija del príncipe y prometida de Albrecht se impresiona por el encanto de Giselle y se hacen confidencias sobre sus amoríos sin saber ninguna de las dos que ambas aman al mismo hombre.
En el pueblo se celebra la fiesta de la vendimia y los jóvenes del pueblo eligen a la reina, honor que recae en Giselle, quien con permiso de su madre baila para todos. Hilarión entre tanto descubre la verdadera identidad de Albrecht, y aprovecha la presencia de la corte y de su prometida Batidle para desenmascararle.
Giselle es sorprendida por el engaño y su inocencia se ve rota por la traición, haciéndola caer en una desesperación que la arrastrará hacia la locura y la muerte.
Segundo acto
Hilarión acude al bosque para visitar la tumba de su amada y es sorprendido por la media noche y con ella la llegada de las Willis.
Myrtha, su reina, es la encargada de hacer la llamada a las Willis para iniciar así, una noche más, el ritual de la venganza, siendo Hilarión su primera victima. Al oír pasos las Willis desaparecen, es Albrecht que se acerca, siente tanto arrepentimiento que se ha adentrado en el bosque buscando la tumba de Giselle y suplicar su perdón. Giselle se hace visible conmovida por su arrepentimiento e intenta prevenirle para que se marche del bosque, pero ya es tarde y la implacable Myrtha ordena a las Willis atraer a Albrecht hasta su presencia donde haciéndole bailar conseguirán quitarle la vida.
La fuerza del amor que Giselle siente en su interior será la salvación de Albrecht, dándole su aliento y haciéndole resistir vivo hasta la llegada del alba. Con el amanecer las Willis desaparecen, y así Giselle tiene que despedirse de su amado para siempre, Albrecht trata inútilmente de retenerla pero ella tiene que seguir su triste destino envuelta en esa maldición provocada por el engaño y la traición del hombre.
Ballet Giselle
  • Música: Adolphe Adam (1803 – 1856).
  • Coreografía: Jean Coralli (1779-1854) y Jules Perrot (1810 – 1892).
  • Libreto: Jules Henry Vernoy (1799 – 1875) y Theóphile Gautier (1811 – 1872).

EL TRATADO DE VERSALLES

El Tratado de Versalles fue un tratado de paz que se firmó en la ciudad de Versalles al final de la Primera Guerra Mundial por más de 50 países. Este tratado terminó oficialmente con el estado de guerra entre la Alemania del segundo reich y los Aliados de la Primera Guerra Mundial. Fue firmado el 28 de junio de 1919 en el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles, exactamente cinco años después del Atentado de Sarajevo en el que fue asesinado el archiduque Francisco Fernando, uno de los principales acontecimientos que habían desencadenado la Primera Guerra Mundial. A pesar de que el armisticio fue firmado meses antes (11 de noviembre de 1918) para poner fin a los combates en el campo de batalla, se necesitaron seis meses de negociaciones en la Conferencia de Paz de París (1919) para concluir el tratado de paz. El Tratado de Versalles entró en vigor el 10 de enero de 1920.
De las muchas disposiciones del tratado, una de las más importantes y controvertidas estipulaba que las Potencias Centrales(Alemania y sus aliados) aceptasen toda la responsabilidad moral y material de haber causado la guerra y, bajo los términos de los artículos 231-248, deberían desarmarse, realizar importantes concesiones territoriales a los vencedores y pagar exorbitantes indemnizaciones económicas a los Estados victoriosos. El Tratado de Versalles fue socavado tempranamente por acontecimientos posteriores a partir de 1922 y fue ampliamente violado en Alemania en los años treinta con la llegada al poder de Adolf Hitler.
Alemania liquidó el pago de las reparaciones de guerra en 1983, pero todavía quedaba pendiente el abono de los intereses generados desde la aprobación del tratado, que ascendían a 125 millones de euros (cambio de 2010). Dichos intereses no podían ser abonados hasta que Alemania no estuviese reunificada, dándosele para ello 20 años a partir de ese momento. Por aquellos días se creía que nunca iban a ser abonados, pero, tras procederse a la reunificación del país, se fijó el 3 de octubre como fecha de inicio de esos 20 años. Finalmente, Alemania liquidó totalmente las reparaciones de guerra el 3 de octubre de 2010.

jueves, 16 de junio de 2016

El PADRE DE LA ECONOMÍA

La publicación del libro "Investigación sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones" de Adam Smith en 1776, es considerado el origen de la Economía como ciencia. Los clásicos escribieron en una época en la que la industria estaba conociendo un desarrollo sin precedentes.  Su preocupación principal fue el crecimiento económico y temas relacionados como la distribución, el valor, el comercio internacional, etc. Uno de sus objetivos principales fue la denuncia de las ideas mercantilistas restrictivas de la libre competencia que estaban aún muy extendidas en su época. Para Adam Smith, el Estado debía abstenerse de intervenir en la economía ya que si los hombres actuaban libremente en la búsqueda de su propio interés, había una mano invisible que convertía sus esfuerzos en beneficios para todos.


Nació en Kirkcaldy, Escocia. Su padre, inspector de aduanas, murió poco antes de su nacimiento. A los 14 años ingresa en la Universidad de Glasgow donde se convierte en discípulo del profesor de filosofía moral F. Hutchison. Después ingresa en la Universidad de Oxford donde permanece seis años. En 1748 ocupa un puesto de profesor de literatura en la Universidad de Edimburgo y en 1751 pasa a la de Glasgow donde substituye a Hutchison en la cátedra de Filosofía Moral.



Adam Smith estaba inicialmente interesado en la ética. En el libro "Teoría de los Sentimientos Morales" se encuentra la base de su filosofía liberal y su definición del orden natural de la sociedad. Consigue el puesto  de preceptor del hijo del duque de Buccleugh con el que inicia en 1763 un viaje de más de dos años por el continente europeo que le permite conocer a F. Quesnay y R.J. Turgot

En 1768 consigue el empleo de Comisario de Aduanas (como había sido su padre) en Edimburgo, puesto que ocupará el resto de su vida y que no pareció estar en contradicción con su espíritu librecambista.  Es precisamente en esta época, ya alejado de la vida académica, cuando escribe "La Riqueza de las Naciones".

En su obra se detecta la influencia de su amigo personal Hume y de R. Cantillon.

Su célebre obra sistematiza de manera científica las bases del capitalismo moderno, y presentó su justificación teórica en una forma que marcaría el pensamiento de los más influyentes economistas del siglo XIX (a favor y en contra) y que en parte sigue inspirando a los defensores del mercado libre, incluso hoy en día.
Sin embargo, pese a su importancia para la historia de la ciencia económica, es importante recordar que Smith no era únicamente (ni acaso principalmente) un economista; de hecho, en sus tiempos la economía aún no se había desarrollado como disciplina independiente.
La amplitud de sus intereses, que abarcaban no solo economía, ética, filosofía política, y jurisprudencia, sino también literatura (antigua y moderna), lingüística, psicología, y la historia de la ciencia, destaca tanto por su variedad como por su profundidad analítica.

JOSÉ PABLO MONCAYO GARCÍA

José Pablo Moncayo García, fue uno de los músicos mexicanos más destacados de todos los tiempos, el jaliciense, quien fuera destacado discípulo de Carlos Chávez y Miguel Valdez, Eduardo Hernández Moncada, Candelario Huízar y Aaron Copland, se convirtió en un excepcional compositor.

No obstante, para sostener sus estudios y ayudar al gasto familiar, trabajó de joven como pianista en cafés y estaciones de radio y cuando podía, porque reunía lo necesario para la entrada, disfrutaba de asistir a uno que otro concierto en el teatro Degollado, hasta que, luego de que junto con su familia se estableciera en la capital del país, en 1931 se le presentara la oportunidad de laborar como pianista y percusionista en la Orquesta Sinfónica de México, que dirigía el maestro Chávez.

En 1935, José Pablo, luego y a la par de haber estudiado con estos destacados maestros y compositores respectivamente, formó el famoso "Grupo de los Cuatro" con Blas Galindo, Salvador Contreras y Daniel Ayala Pérez, creado para difundir sus propias composiciones que reflejaban el espíritu nacionalista de México, llegando a ser un éxito a nivel nacional e internacional. José Pablo dirigió en cinco ocasiones en los años de 1936 a 1947 la Orquesta Sinfónica Nacional y fue su subdirector y director artístico de 1945 a 1947. En enero de 1950 fue nombrado Director Artística de esa misma Orquesta donde permaneció hasta 1954.

Moncayo se dedico también a la docencia, por lo que impartió cátedras de armonía, composición, dirección de coros y dirección de orquesta en el Conservatorio Nacional. En este período tuvo asimismo una importante colaboración en la fundación y realización de Ediciones Mexicanas de Música, que fue una idea original del maestro Chávez.

Familiarizado con las tendencias musicales de vanguardia en aquel entonces, este destacado compositor desarrolló un estilo musical que, partiendo de un lenguaje caracterizado por el acento en la mexicanidad, evolucionó hacia un estilo más libre, personal y subjetivo. Así mismo destacó siempre su facilidad para componer y desenvolver su capacidad creativa en géneros musicales tan dispares como ballets, música de cámara, ópera y piezas sinfónicas.

Yo creo que no hay quien no haya escuchado por lo menos alguna vez en su vida su célebre "Huapango" (1941), conocido como el segundo himno nacional mexicano por muchos y compuesto por un arreglo para orquesta sinfónica de tres sones provenientes de la rica tradición musical del estado de Veracruz. "El Siquisiri", "El Balajú" y "El Gavilancito".

Por muchos años, durante la celebración del 15 de septiembre, siempre se interpretaba después del Himno Nacional, es por eso que se dice eso, que es el "segundo himno nacional". Esta obra, que Moncayo escribió a petición de Carlos Chávez y se estrenó en 1941 en el MoMA de Nueva York para acompañar una muestra de arte mexicano, sigue siendo tocada en la mayoría de los actos oficiales que tienen lugar en todos los estados de la República.

Toda la obra de Moncayo, Huapango es también una obra orquestal fácil de escuchar, con una métrica constante e integrada por melodías que se asimilan rápidamente. Ciertamente es la pieza para concierto más ejecutada en la historia del país y sus notas han deslumbrado a las audiencias de las mejores salas de concierto del mundo.

La producción musical de Moncayo es de gran calidad toda ella. La ópera "La mulata de Córdoba" (1948) con un libreto de Xavier Villaurrutia es una de las más representativas de la ópera mexicana, en la cual, José Pablo, manejó las voces de los cantantes con gran seguridad, equilibrio y corrección.

Entre sus obras están: "Muros Verdes" para piano (dedicado a su esposa) (1951); sus piezas orquestales "AmatzinacW (1935), "Sinfonía" (1944), "Sinfonietta" (1945), "Cumbres" (1953) y "Bosques" (1954); el ballet "Tierra de Temporal" (1949) y el "Homenaje a Cervantes" para dos oboes y orquesta de cuerdas (1947) "Pequeño nocturno" (1936), "Sonata para violín" (1937). Otras de sus obras son: "Tres piezas para orquesta: feria, canción y danza" (1947). También: Sonata para violín y cerillo, Tres piezas para piano, Sonatina para piano, Tierra de tempestad, Penatori, Canciones de mar, Fantasía intocable, Danza de los maíces, Romanza de las flores de calabaza, Cuento de la potranca y Homenaje a Carlos Chávez.



José Pablo Moncayo se casó con Clara Elena Rodríguez el 2 de agosto de 1955 y tuvo dos hijas, Claudia y Claudia Elena. Falleció el 16 de junio de 1958 en la Ciudad de México.