Las plazas públicas se pueden apreciar en cualquier ciudad a nivel mundial, ya que esta es considera como un símbolo importante y como un elemento urbano imprescindible que se ha destacado desde tiempos remotos dándole estilo, y belleza a cada civilización. Estos espacios fueron muy importantes para el desarrollo urbano de cada ciudad. Esta es el principal organismo urbano donde se realizan diversas actividades cívicas que llena de recuerdos a cada poblador, ya que mantiene una intima relación con la riqueza e importancia de la ciudad misma. Las plazas datan desde comienzos de las primeras civilizaciones urbanas, cuando las personas comenzaron a tener conciencia de que necesitaban de un espacio, de un lugar publico, abierto y en ocasiones fortificados, en donde poder concentrarse para llevar a cabo diversas actividades, ya sea económica, política, y de recreación que garantizan y propician el rápido crecimiento de la ciudad. Las primeras plazas que se han dado a conocer datan desde los tiempos de los griegos, donde se crearon las plazas conocidas como ágora y acrópolis. De este mismo modo se pueden mencionar las plazas creadas por los romanos que estaban destinadas al entretenimiento, como son las termas y los foros. De este mismo modo se podían apreciar plazas en el medioevo, donde se pueden apreciar las plazas de mercado y la iglesia que regían en esa época junto a los castillos y las dependencias de todo el lugar. En la época del renacimiento se crearon diversas plazas no funcionales, pero que se inclinaban a un valor estético mayor, en este tiempo las plazas estaban dirigidas a diferentes cases sociales.
Plaza de la Constitución
Su existencia data de hace más de cinco siglos, pues en la época prehispánica el espacio que actualmente ocupa, dentro de un islote original de la ciudad mexica Mexico-Tenochtitlán, también era abierto y formaba parte del centro político y religioso de la capital del Imperio Azteca, donde se encontraba (y se encuentra) su Templo Mayor.
Hacia 1521, apenas derrocado el Imperio Azteca, los españoles derribaron las construcciones mexicas y construyeron el palacio del virrey o palacio de Cortés (actual Palacio Nacional) en lo que había sido el Palacio de Moctezuma Xocoyotzin, al oriente de esta plaza, mientras que en el ala norte se destinó un solar a la construcción de la Catedral Metropolitana donde anteriormente se encontraba parte del Templo Mayor azteca.
En el costado poniente se establecieron varios comercios, los cuales dieron origen al Portal de Mercaderes, y en la parte sur se erigió el Portal de las Flores. Al lado de este portal fue dispuesto el Palacio del Ayuntamiento, sede del gobierno de la ciudad desde entonces.
¿Por qué Plaza de la Constitución?
A lo largo de su historia poshispana, la plaza ha tenido varios nombres oficiales: Plaza de Armas, Plaza Principal, Plaza Mayor y Plaza del Palacio. Su nombre actual data del virreinato, en 1813, en honor a la constitución de Cádiz promulgada en 1812, porque allí se juró en la Nueva España dicha constitución española.
¿Por qué Zócalo?
La Plaza de la Constitución es conocida de manera informal como Zócalo, pues para conmemorar la Independencia de México, en 1843 Antonio López de Santa Anna ordenó la construcción de un monumento, pero nunca se llegó a erigir y sólo quedó en el centro de la plaza el zócalo o base de lo que sería una columna de la Independencia, que permaneció varios años. La palabra “zócalo” se convirtió desde entonces en sinónimo de la plaza central.
Más allá de ser históricamente la sede del poder político, económico y religioso de México, el Zócalo, que ha sufrido transformaciones y cuya fisonomía actual data de los años 60 del siglo pasado, es también el lugar que congrega al pueblo de México en fiestas nacionales, culturales y artísticas, además de manifestaciones de protesta.
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