miércoles, 25 de mayo de 2016

Gustav Holst

Gustavus Theodore von Holst, fue un compositor demúsica clásica británico, con raíces familiares en LetoniaSuecia y Alemania. Gustavus se quitó el Von de su nombre durante laPrimera Guerra Mundial por miedo de ser identificado como alemán.Discípulo de Charles Villiers Stanford en el Colegio Real de Música londinense, llegó a ser, como su maestro, un apasionado folklorista. Es mayormente conocido por su obra Los planetas.
Nació en Cheltenham, cerca de Gales. Estudió en el Royal College of Music de esta localidad, pero más tarde se marchó a continuar sus estudios a Londres. Su obra más conocida probablemente sea Los planetas (The Planets) (terminada en 1916), que Holst no consideraba una de sus mejores creaciones; de hecho, en ocasiones se quejó porque otras obras habían sido eclipsadas por ella. Los planetas está parcialmente inspirada en meditaciones de su propio horóscopo. Trata sobre «las influencias de nuestro espíritu».
Los planetas, pieza que ha inmortalizado el nombre de Gustav Holst, se abre con los violentos y apocalípticos acordes de Marte, el portador de la guerra, movimiento en forma de marcha que, en el momento del estreno (1918), fue considerado una alusión a la Primera Guerra Mundial. Otros seis más, dedicados a otros tantos planetas (Venus, Mercurio, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno) completan esta suite en la que su autor expresó su pasión astrológica. Compuesta entre 1914 y 1918, Los planetas es una obra desarrollada en forma de poema sinfónico, con precisas referencias literarias: se interpreta el significado esotérico ritual de cada planeta, a menudo diverso de la imagen mitológica. Marte aparece como portador de la guerra y Mercurio como mensajero alado; pero Venus es portadora de la paz, y sobre todo Júpiter es portador de alegría, en un sentido casi dionisíaco; Neptuno es el místico que acompaña a Saturno, portador de la vejez, y a Urano el mago.
Se ha querido reconocer en Los Planetas el período oriental de la copiosa producción de Gustav Holst, interesado en el ocultismo místico del pensamiento filosófico indio. Se trata en cualquier caso de un período central, singularmente aislado entre el juvenil, vuelto hacia los descubrimientos del folklore inglés, y el ecléctico de la plena madurez, que desembocará más tarde en la devoción a Bach, de acuerdo con la afirmación de un gusto neoclásico.
La obra es, en el fondo, un producto del último romanticismo alemán; la naturaleza "inspirada" del músico, elocuente, en muchos puntos straussiana, y su gusto por el timbre como inmediato término expresivo de evidencia visual, una y otro estimulados por un tema rico en situaciones, son las características de esta partitura. Es una música descriptiva, o sea de aquella que "mira" a través de sonidos. De un logrado conjunto de imágenes brota y se afirma el gusto de Holst, en un encuentro continuo de motivos comunes, efectista y musicalmente centrado.
Holst estuvo especialmente influido por Raphael, astrólogo y compilador de unas famosas efemérides y autor de un libro sobre los planetas y su importancia en los acontecimientos mundiales, el que le dio a Holst una amplia visión sobre éstos, logrando hacer de ella una obra exitosa. Holst escribió la suite orquestal cuando era profesor en la St. Paul's Girls' School enHammersmith (Londres). Compuso además una obra exitosa para la orquesta de la escuela en 1913.
En 1930 compuso Hammersmith: una expresión musical popular que se inicia con la representación extraordinaria del Támesis fluyendo por la ciudad. El departamento musical de la escuela fue nombrado posteriormente en su honor.
La contribución de Holst a los instrumentos de viento-madera le garantizó un lugar en la historia de éstos. En muchos programas actuales destacan sus dos Suites for Military Band. Su única obra para instrumentos de viento-metalA Moorside Suite, sigue siendo una parte importante del repertorio para dichos instrumentos.
Como muchos compositores, Holst también ejecutaba un instrumento musical, en su caso el trombón
Según su biógrafo, Ian Lace, Gustav Holst era frugal, nunca fumaba ni bebía alcohol. Desde que se fue de casa se volvió vegetariano. Pero ese vegetarianismo no era recomendable en la barata posada donde vivió en los años 1890, además como nunca se alimentó con comida nutritiva, sus ojos se volvieron muy débiles, quedando afectado el resto de su vida.
En 1933 Holst comenzó a sufrir de serios problemas estomacales y finalmente el 25 de mayo de 1934 murió por unas complicaciones, tras una operación quirúrgica en Londres. Fue enterrado en la antigua Catedral de Chichester (en West Sussex).
Sus hijas Imogen y Angela Holst, al igual que su padre, se dedicaron a la composición y a la dirección.

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