Juventino Rosas, el célebre compositor mexicano del vals Sobre las olas, nació el 25 de enero de 1868, en Santa Cruz de Galeana, ciudad que actualmente se nombra Santa Cruz de Juventino Rosas, en Guanajuato; murió en Surgidero de Batabanó, un pequeño poblado de pescadores al sur de la Habana, Cuba.
En Surgidero de Batabanó existe un pequeño monumento que recuerda la muerte de Juventino Rosas. Todos los años, el 9 de julio, se realizan actos en recordación del músico mexicano.
Entre los músicos cubanos se considera de mala suerte el interpretar de día el vals “Sobre las Olas”, quizás esto se deba a la leyenda de que Juventino Rosas pudo oír desde su lecho de muerte a un trío de músicos callejeros que interpretaban su vals, poco antes de morir.
Otra explicación del elemento fúnebre en la ejecución del vals “Sobre las Olas” es que cuando sus restos fueron traslados a México en 1909 y uno de los vagones del Ferrocarril mexicano se convirtió en capilla ardiente, las notas del vals se escucharon por todos los lugares, por donde pasó el tren.
Muchas veces el nombre de Juventino Rosas es invocado en algunas las ceremonias espiritistas que se realizan en Cuba, sobre todo en las fiestas rituales conocidas como los violines, donde también se toca con frecuencia el vals “Sobre las Olas”. En estos ritos siempre se mezcla el violín con la tumbadora y otros instrumentos de percusión característicos de la música popular cubana.
En Cuba, Juventino Rosas, mantuvo múltiples relaciones amistosas; ya mencionamos a Regino Boti quien fuera un renovador de la poesía cubana, e hispanoamericana; pero también debemos mencionar al doctor José Manuel Campos quien lo atendió gratuitamente en su clínica Casa de Salud Nuestra Señora del Rosario, en Surgidero de Batabanó y finalmente a Isidro Albaina, secretario del juzgado de Batabanó, quien se encargó de organizar los funerales cubanos del genio mexicano y conservó las pertenencias del artista, incluido su famoso violín, por lo cual fue condecorado años más tarde con la orden del Águila Azteca por el gobierno mexicano.En los escasos 6 meses en que Juventino Rosas permaneció en tierras cubanas escribió varias obras musicales de las cuales se conservan el vals Martha y el chotis Espirituano, el primero dedicado a la insigne patriota villaclareña Martha Abreu y el segundo a una bella joven de Sancti Spiritus. Además junto al entonces novel poeta cubano Regino Boti, creó un nuevo texto para su inmortal vals Sobre las olas.
El periodista Miguel Necochea y la Sociedad de Compositores Mexicanos en 1909, llevan a cabo gestiones para exhumar y trasladar los restos de Juventino Rosas a México. Los mexicanos residentes en Cuba, asumen los gastos.
En el Museo Nacional de Historia reposa el violín de Juventino Rosas, instrumento con el que compuso el vals “Carmen”, dedicado a Carmen Romero Rubio de Díaz, la esposa del general Porfirio Díaz, y el vals “Sobre las Olas”. El violín permaneció en Cuba hasta que en 1931 el compositor Vicente Garrido lo rescató y donó al museo.
Probablemente fue Isidro Albaina quien escribió el epitafio en su tumba: “Juventino Rosas, violinista mexicano y autor del célebre vals “Sobre las Olas”, falleció en julio de 1894. La tierra cubana sabrá conservar su sueño”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario